Ladydi de Jennifer Clement

Ladydi-JenniferClement

NIÑAS QUE SON TODA UNA MONTAÑA.

Guerrero, La Sierra, el Narco, el deseo de no haber nacido mujer. Ladydi es la historia de una niña que como su homónimo la nombra, narra con una pluma pícara y brutalmente honesta, como la inocencia y soltura de cualquier pequeña y su realidad que se vive en la Sierra de Guerrero, un espacio mitológico para el resto de la sociedad, donde la gente es olvidada, ni siquiera es mencionada en los medios nacionales, tierra de nadie donde al parecer todo y nada sucede. 

La historia interpretada por la protagonista nos lleva en un recorrido lineal de cómo la vida es todo menos sencilla cuando el Narco anda cerca. De la mano de sus amigas, una la mujer más hermosa jamás nacida en el país y la otra su media hermana producto de la infidelidad de su padre, secreto que se mantiene a voces, la novela se desenvuelve en el estado de Guerrero, lugar irónico donde los dos polos del México moderno se desenvuelven, por un lado el paraíso vacacional de los capitalinos y narcos llamado Acapulco, y por otro los pueblos esparcidos entre montañas que son en esencia femeninos. 

La ausencia de los hombres, física y emocionalmente, es un reflejo de cómo hemos estructurado nuestros roles sociales; unos del ‘otro lado trabajando por el sueño americano’ y otros que solo existen como poseedores de las tierras y sus frutos, entre ellos todas aquello que florezca, desde amapolas hasta mujeres nacientes. Al final, con ninguno de sus dos roles se hace lo suficiente para poder esta verdad. 

En su cotidianidad se vive tortura y ocultismo cuando las camionetas vienen, carreras infinitas al refugio cuando el plaguicida de los sembradíos ilegales del ejército las baña recordándoles lo insignificantes que son para el resto del Estado, secuestros y acoso, violaciones a la libertad, la privacidad y el espacio público, una supresión de la belleza que te delata como mujer. 

Cosas tan cotidianas como el proceso de adolescencia y cambios femeninos, hormonas y deseos, amores y engaños, dejan de serlo cuando se vuelven un lujo que por ninguna circunstancia las niñas de las Sierra se pueden permitir. En este camino, todas ellas se pierden, una por ser tomada por el narco, otra herida de bala por celos pasados, y la última, encerrada en un amor rodeada de mansiones y barrotes. Todas eran inocentes de su situación, aunque nunca lo supieron. 

Lo sencillo de la historia y los recursos que se utilizan como el periodista más famosos de los Ochentas, la televisión como medio y punto de encuentro, los taxistas como cronistas históricos no oficiales, hablan de la ligereza que tiene la pluma de Clement para hacer retratos sociales que se leen fácil, aunque te dejan pensando por días. Esta reseña tardó el tiempo en lo que procesé toda la obra.

Hay quien llama a esta pieza una narconovela, pero para esta humilde lectora, Ladydi es una biografía ficticia de lo que toda niña que no nace en el seno del privilegio de la urbanización, sociedad, y clase media, vive; Ladydi es la realidad de lo que siempre ha sido ser mujer en este país que (ll)amamos México.

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