Selena Sirena, de Jimena Turrubiartes y Pingolito

Selena Sirena

Veamos… ¿por dónde empezar? Recién terminé Selena Sirena y me pareció un libro muy hermoso…

No, no me gusta, a ver, vamos de nuevo… Tres, dos… Me gustó mucho el nuevo libro de Jimena Turrubiartes con ilustraciones de Pingolito, su nombre es…

Ummmm… nop, definitivamente nop, algo no cuaja… Veamos…

Es que me gustó mucho, pero ¿cómo transmitir esto que estoy pensando, esto que estoy sintiendo?

Creo que lo mejor será empezar contándoles una breve historia, así podré iniciar este texto sobre Selena Sirena, el maravilloso libro infantil que hicieron Jimena y Pingolito… abróchense los cinturones y vamos al año de 1991.

Pueblo de Cieneguilla, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato…

Sus pisadas hacen cimbrar la tierra – como los dinosaurios en Jurassic Park – y su respiración es pesada y densa, mientras camina, va comiendo hojas de las copas de los árboles, es Rodax, un Diplodocus de al menos 30 metros de alto que protege el Valle de Cieneguilla de sus archienemigos, el más temible de ellos es Cobra, un despiadado soldado cuya característica principal es su casco amarillo, que le confiere un aire siniestro y perturbador.

El Sargento Cobra siempre aparece de forma sorpresiva en el Valle, lo quiere dominar a toda costa, por ello Rodax siempre debe estar alerta ante cualquier situación… Pero ojo, Rodax no es un dinosaurio cualquiera, es un animal con tres puestos de control en su lomo, el primero lo ocupa el Capitán Ruby, el segundo el Sargento Ale y el tercero el Teniente Andy. Desde sus posiciones ellos tres manipulan los rayos láser a los costados de Rodax y con ello combaten a Cobra cada vez que es necesario. Se han librado incontables batallas y hasta ahora Rodax siempre ha salido victorioso, sin embargo, habrá que estar alerta porque Cobra podría aparecer en cualquier momento. FIN

Te estarás preguntando ¿Qué tiene que ver todo esto con el libro Selena Sirena y por qué me hablas de dinosaurios con rayos láser?

Es simple, Rodax era en realidad un hermoso árbol de pirul que vivía en la casa de mi bisabuela Viviana allá por el año de 1991, el Capitán Ruby y el Sargento Ale son mis hermanos y yo soy el Teniente Andy, tenemos entre 6 y 11 años. Cobra era mi abuela Rita, que de vez en cuando salía a alimentar a los cerdos y que por algún motivo, se ponía una jícara amarilla en la cabeza, imagino que para no pegarse con las piedras del corral de los cerdos por si la llegaban a empujar. Cada tarde que íbamos al pueblo de Cieneguilla, en Guanajuato, nos subíamos a ese árbol y desde las alturas jugábamos a Rodax vs Cobra, ahí viví muchas tardes con mis hermanos.

Ahora te invito a que te detengas un momento, y te preguntes: ¿A qué jugaba cuando tenía entre 6 y 11 años? ¿Hasta dónde llegaba mi imaginación?

Un amigo me ha contado que debajo de las máquinas de coser SINGER, había una rueda como tipo volante, cuando era niño, él se metía ahí debajo y tomaba ese volante, y pasaba horas imaginando que manejaba un camión de bomberos.

Y de esto precisamente se trata Selena Sirena, del poder de la imaginación, de la fuerza mental, de la inocencia, de la memoria y de la felicidad que puede emanar de las cosas simples, como tomar una ducha. Aquí nos cuentan las aventuras de Selena y su amigo Mantarraya por el océano. Estéticamente es una delicia ver el trabajo de Rubén Lara aka Pingolito, y el texto de Jimena Turrubiartes es hermoso porque hace que Selena seamos todas y todos, nos evoca recuerdos y nos invita a detenernos un instante y recordar de dónde venimos y hacia dónde vamos.  

Termino este libro y suspiro, es condenadamente hermoso, valioso y luminoso.

Segundo FIN

Bonus Track

Una vez por andar jugando a algo así como a la ambulancia sobre una pila de basura en la azotea de la casa, jalé un colchón viejo y logré que mi hermano Ale terminara aterrizando sobre unos ladrillos que lo descalabraron. Recuerdo que mientras mamá me gritaba que era un “asno”, veía a mi hermano llorar y llorar, me sentí tan culpable, era la primera vez que veía tanta sangre. Me cae que cuando somos niños parecemos de hule.

Bueno, el caso es que, lo lamento mucho Ale, no debí jalar ese colchón, te quiero.

Nota de México Lector

El pasado viernes 30 de septiembre, Jimena nos acompañó en la sesión de cuenta cuentos para niños con los voluntarios de KIO Networks, pueden revivir esta sesión aquí: https://www.youtube.com/watch?v=dGNlrmDdq9M&t=3s

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *